Sin ánimos de desperdiciar una hermosa tarde otoñal-veraniega de miércoles, fui a la Feria del Libro. Y sola. Al contrario de lo que esperaba me gustó ir acompañada de mí misma. No diría lo mismo de la experiencia en el cine, la cual no disfruté porque al salir necesitaba comentar la película con alguien y no tenía con quién.
Sin embargo, ir al enooooorme festín de libros en La Rural alone es casi perfecto. El tiempo fue todo mío y no dependía de nadie que se impaciente porque colgara leyendo varias contratapas. De hecho, hasta que me decidí por el libro que finalmente compré, habrán pasado unos 25 minutos y nadie me apuró. Caminé a mi paso, entré en cada stand que me interesaba y volví a recorrer todo cuantas veces se me vino la gana.
Experiencia recomendada.
miércoles, 29 de abril de 2009
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2 comentarios:
a mi la feria me da rechazo y hace un par de años que no pongo un pie ahí, me abrumo (?)
agradezco tu comentario Sol, me da hasta vergüencita y mucha intriga: cómo es que bloggeando se puede llegar hasta soyotra? hice un intento vano para no filtrarlo entre los otros users q uso para tea.
sos más que bienvenida, y te firmo acá porque de tus tres blogs intuyo que es el más Sol que hay.
beso!
Sol= personal
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