Me declaro enferma de El Gourmet.
Veo prácticamente todos los programas de esa señal de cocina y conozco a todos los cocineros.
Me fascina Narda Lepes (de quien compraría hasta DVDs si los hubiera) y sus Recetas y secretos o sus viajes alrededor del mundo. Los banco a los franceses Bruno y Olivier que de la panadería hacen magia, viajan por Francia degustando quesos y hablan en ese español afrancesado forzado (c'est parfait). Siempre me engancha Osvaldo Gross, ese meticuloso pastelero hiper prolijo. Me fanaticé con José Ramón Castillo en Cacao (ex Xocolatl), con su templado, llenado, vibrado y vaciado para hacer bombones. Veo a Donato de Santis mientras viaja por su país natal en Italia Mia y en su Villa della Pasta, donde cocina todas las variedades de fideos habidas y por haber. Me deleito con los platos sofisticados de los cocineros de Nueva Generación (Alexis Cataldi me cae particularmente bien por su tono barrial porteño). Trato de no perderme un solo programa de los orientales Iwao y Ohno, quienes en Wok y Ohno respectivamente, tiran tips de su fascinante cultura. Cuelgo mirando a Francis Mallman cocinando en la Patagonia con sus perros, en Huente-có. Y me sorprendo con el adolescente Omar Pereney, quien en Yo Cocinero hace recetas sencillas explicadas a la perfección (con sólo 15 años). Incluso veo los programas más boludos: ABC Gourmet, en el que solamente se ven las manos de un chef; Comando Gourmet, que es una especie de reality muy trucho y me fumo el acento mexicano de Desafío Gourmet, la competencia para encontrar al nuevo chef del canal.
Ah, y no sé cocinar ni un huevo frito. Pequeño detalle.
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2 comentarios:
adhiero to-tal-men-te a este post.
Comando Gourmet es mi último descubrimiento fanático.
beso grande Sol.
jaja yo trabajé de camarógrafo en Rescate Gourmet. Y doy fe de que era Reality reality. Igual q comando Gourmet!!
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